sábado, 30 de agosto de 2014

Año 2880: colisionará un asteroide con la Tierra




Científicos de la Universidad de Tennessee han calculado que el asteroide 1950 DA, observado por primera vez en 1950, impactará la Tierra precisamente el 16 de marzo de 2880. Asimismo, de acuerdo a la gravedad del impacto, este objeto celeste de mil kilómetros de diámetro que viaja a una velocidad de 15 kilómetros por segundo, podría caer en el Océano Atlántico con un poderío próximo a los 44.800 megatones de dinamita.

Primer y segundo avistamiento de 1950 DA


El 23 de febrero de 1950 la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio, mejor conocida como NASA, descubre el asteroide 1950 DA. Luego de observarse por 17 días, el cuerpo dejó de ser visible. No fue sino hasta el 31 de diciembre de 2000 que se reconoce el mismo asteroide .


Asimismo, entre el 3 y 7 de marzo de 2001 se llevaron a cabo observaciones de radar a un asteroide a 7,8 millones de kilómetros de la Tierra. Los ecos del radar llevaron a redescubrir al esferoide ligeramente asimétrico con 1,1 kilómetros de diámetro. Allí pudieron observar que se trataba de un cuerpo que daba un vuelta completa sobre sí mismo cada 2,1 horas, el segundo tipo de giro más rápido para un asteroide de su tamaño.


A partir de allí el equipo liderado por Jon Giorgini de la NASA analizó los resultados y presentaron públicamente la probabilidad de impacto del asteroide en la Tierra: prácticamente de 1 entre 300, e incluso menor si se considera la información que hoy se tiene del objeto celeste.


El problema de fragmentación del asteroide


Hasta ahora se pensaba que destruir el asteroide era una mala decisión, ya que podría fragmentarse en miles de fragmentos y generar múltiples impactos. Sin embargo, algunos asteroides como este, conformado por escombros unidos a raíz de la gravedad y la fricción. Sin embargo en el caso de 1950 DA, éste gira a una velocidad tan rápida que ni la gravedad ni la fricción podrían evitar su fragmentación.


Su velocidad de rotación es tan rápida que si sólo actuasen la gravedad y la fricción para mantenerlo, éste ya se habría venido abajo tiempo atrás. Es la rapidez en sí misma la que genera una inversión de la gravedad, por lo que si un astronauta quisiese mantenerse en pie sobre la superficie, seguramente saldría volando al espacio.



El problema de fragmentación ha sido explicado por los investigadores Ben Rozitis, Eric MacLennan y Joshua Emery, de la Universidad de Tennessee, Knoxville. De acuerdo a la investigación, el asteroide se mantiene unido por fuerzas cohesivas conocidas como fuerzas de Van der Waals. Estas fuerzas, descubiertas previamente en asteroides pequeños jamás se había aplicado a superficies tan extensas con evidencia sólida.


Estas fuerzas están presentes en casi cualquier tipo de material, y operan entre moléculas a distancias ínfimas. El rol preponderante que obtienen estas fuerzas en la posibilidad de fragmentación se debe a la baja fuerza de gravedad del asteroide. Es tan débil que permite a estas fuerzas tener una influencia mayor. Este hallazgo es muy importante ya que podría ser claves para encontrar una manera de destruir o desviar el asteroide más adelante.

Fuente: Universidad de Tennessee
Autor: Universia España

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